Devocional Familiar:
Leer Juan 16, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Galatas 1:3-5
"Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén."
Un evangelio sencillo
El evangelio es tan sencillo que un niño puede entenderlo y ser salvo por medio de la predicación. No es necesario que alguien sepa leer o escribir para comprender el evangelio de manera salvífica. El señor Jesús eligió a pescadores para ser los maestros de este gran misterio. Jesús proclamo el evangelio a los pobres y desechados, y también dijo que solo los que sean como niños entraran en el reino de los cielos. No hay duda alguna, el evangelio realmente es un mensaje claro y sencillo.
Sin embargo, el evangelio no es simple. Mientras que es un mensaje sencillo, el evangelio también es un mensaje infinitamente profundo. La eternidad no alcanza para exhaustar las riquezas profundas del evangelio del Cordero que fue inmolado. Las multitudes celestiales cantan en Apocalipsis 5:11-12 “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos; y el número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.” Toda la vida cristiana se trata de profundizar mas y mas en el evangelio que hemos recibido, las buenas noticias de salvación en Cristo, y en vivir cada vez mas sus implicaciones practicas para toda la vida. verdaderamente el evangelio lo cambia todo.
Desafio y Aplicación
Espero que esta meditación te anime a compartir el evangelio. Quizás digas: “No entiendo todas las profundidades del evangelio, no puedo evangelizar.” El evangelio es un mensaje sencillo y Dios puede usarte para salvar personas por medio de la locura de la predicación (1 Cor 1:21).