Devocional Familiar:
Leer Deuteronomio 6, orar y cantar juntos
Devocional Personal: 2 Tesalonicenses 1: 8-9
En llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder (8-9).
Excluidos de la presencia de Dios: El mayor castigo
En este versículo, Pablo describe las consecuencias que enfrentaran aquellos que persiguieron a la iglesia y desobedecieron al evangelio. Notemos que la pena mayor a las que Pablo se refiere no son las llamas de fuego, sino la perdición eterna, excluidos de la presencia de Dios y la gloria de su poder.
El peor castigo que el ser humano puede recibir no es la muerte física sino la separación definitiva del Padre. Vemos tantos testimonios en la Biblia de personas que fueron rechazadas por causa del pecado. Comenzando con Adán y Eva, ellos fueron expulsados del jardín de Edén y por ende de la presencia de Dios, por causa de la desobediencia. El espíritu de Dios se apartó de Saúl, así como de Sansón por la desobediencia. Isaías 59:2 dice, “Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su
Dios. Son estos pecados los que lo llevan a ocultar Su rostro para no escuchar.”
La verdadera razón por la que nadie desea ir al infierno es por la ausencia de la presencia de Dios. Un lugar sin la presencia de Dios es un lugar oscuro, frio y sin esperanza. Ni aun la tristeza más grande de este mundo se compara con la ausencia de la presencia de Dios. David, en su oración de arrepentimiento en Salmo 51, dice: “Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente.” David entiende que la presencia de Dios es lo más importante en su vida. Ni aun perder su reino se comparaba al dolor no poder estar en la presencia de Dios.
¡Gloria a Dios por el evangelio! ¡Gloria a Dios por proveer una manera de ser reconciliados con Dios y poder entrar ante su presencia con confianza! Jesús es el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al padre sino por El.
Desafio y Aplicación
Te invito este día a pasar tiempo en la presencia de Dios en adoración y oración y le agradezcas por el privilegio de poder entrar con la libertad que tenemos en Cristo.