Lunes

Devocional Familiar: Leer Juan 8, orar y cantar juntos

Contemporanea:

Nada En La Tierra

Niños:

Cristo Me Ama

Devocional Personal: 2 Samuel 7:2

“SEÑOR y Dios … Cumple tu palabra”

Dios siempre cumple su palabra

Las promesas de Dios jamás han sido para dejarse de lado como si fueran para desechar: él quiere que las usemos. Su oro no es la moneda de un avaro: él quiere que lo usemos en el comercio. Nada agrada más a nuestro Señor que vernos poner sus promesas en circulación. Le encanta ver que sus hijos se ofrecen a él mientras dicen: «SEÑOR y Dios Cumple tu palabra». Glorificamos a Dios cuan- do de todo corazón le requerimos sus promesas. ¿En serio crees que Dios será más pobre por darte las riquezas prometidas? ¿En realidad supones que él será menos santo por otorgarte su santidad? ¿De alguna manera imaginas que él será menos puro luego de limpiar tus pecados?

El Señor dice: «Vengan, pongamos las cosas en claro ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!» (Isaías 1:18). La verdade- ra fe se aferra a la promesa divina de perdón sin demoras y no dice: Es una hermosa promesa, me pregunto si será verdad. En cambio, toma la promesa directamente del trono de Dios y suplica: «Señor, aquí está lo que dijiste. “Cumple tu palabra”. Entonces él responde: «Que se cumpla lo que quieres» (Mateo 15:28). Cuando un cristiano se aferra a una promesa pero no la lleva ante Dios, lo está deshonrando. No obstante, cuando de inmediato acude al trono de Dios y clama: «No tengo razones para pedirte esto, excepto que es lo que dijiste», entonces su deseo está otorgado.

Nuestro banquero celestial se deleita en hacer efectivos sus propios cheques, por lo tanto, jamás dejes que sus promesas se herrumbren. Saca su Palabra de promesa de la vaina y úsala con una intensa y santa fuerza. Jamás pienses que Dios se sentirá molesto o cargado cuando tú le recuerdes sus promesas. Él disfruta escuchar el fuerte reclamo del alma necesitada, porque se deleita sobremanera en derramar sus bendiciones sobre ellos. Es más, él siempre está más dispuesto a escuchar de lo que estamos nosotros a pedir. Del mismo modo que el sol jamás se cansa de brillar, ni un arroyo de fluir, la natu- raleza de Dios es cumplir sus promesas. Por lo tanto, acude de inmed- iato a su trono y dile: «Cumple tus promesas».

Desafio y Aplicación

Devocionales de esta semana

Mueva hacia los lados para ver más

Lunes

Dios siempre cumple su palabra

Las promesas de Dios jamás han sido para dejarse de lado como si fueran para desechar: él quiere que las usemos. Su oro no es la moneda de un avaro: él quiere que lo usemos en el comercio. Nada agrada más a nuestro Señor que vernos poner sus promesas en circulación. Le encanta ver que sus hijos se ofrec...

Leer

Martes

El Amor de nuestro Padre Celestial

El pueblo de Dios son sus hijos por partida doble: son de la familia por creación y son sus hijos por la adopción en Cristo. Por lo tanto, tienen el privilegio de dirigirse a Dios diciendo: «Padre nuestro que estás en el cielo» (Mateo 6:9). Padre. ¡Qué palabra tan preciosa! La misma palabra tiene au...

Leer

Miercoles

Perseveremos en la oración

¡Qué gran cantidad de oraciones hemos pronunciado des- de el momento en que aprendimos a orar! Nuestra primera oración fue por nosotros mismos, pidiéndole a Dios que tuviera misericordia de nosotros y borrara nuestro pecado. Por supuesto, él escuchó esa oración, pero luego de disipar los pecados que nos cub...

Leer

Jueves

Nuestra Unión con Cristo

Si este versículo describe la unión que existe entre nuestra alma y el Señor, imagina cuán profundo y ancho es el río de nuestra comunión con él. Esta unión no es un caño delgado por el que un diminuto curso de agua se abre paso. No, es un río de asombrosa profundidad y anchura con un importante aporte de «ag...

Leer

Viernes

Debes Nacer de Nuevo

La regeneración es el verdadero fundamento de la salvación. Por lo tanto, debemos ser diligentes para saber con seguridad si he- mos nacido de nuevo, ya que muchas personas creen que nacieron de nuevo y no es así. Que te consideres un cristiano no te otorga la natu- raleza de ser un cristiano y haber nacido en un...

Leer

Sabado

El Deleite de Dios en sus Hijos

¡Qué alentador es para los creyentes saber que Dios se rego- cija en sus santos! No podemos ver ninguna razón en nuestra vida para que el Señor se alegre en nosotros. Y no podemos deleitarnos en nosotros mismos porque reconocemos y llevamos la carga de nues- tra pecaminosidad, por lo que deploramos nue...

Leer

Domingo

Dios quita nuestros pecados

Dios nunca se aparta de Su amor, pero pronto se aparta de Su ira. Su amor por Sus escogidos es de acuerdo a Su naturaleza, pero Su ira es sólo de acuerdo a Su oficio: Él ama porque es amor, y frunce Su entrecejo porque es necesario para nuestro bien. Él volverá al lugar en el que descansa Su corazón, es de...

Leer