Devocional Familiar:
Leer Galatas 3:1-29, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Ezequiel 36:27
En Ezequiel 26:27, Dios prometió a los israelitas que pondría su Espíritu en nosotros. Por supuesto, esta promesa se cumple a través de la muerte, sepultura, resurrección y ascensión de nuestro Señor Jesucristo. En Juan 14: 16-18, 26; Juan 15:26; Juan 16: 7-11, Jesús enseña que Dios el Padre enviará su Espíritu Santo a cada creyente y que el Espíritu Santo convencerá a todo no creyente. Jesús llama al Espíritu Santo el “Ayudante” porque vive en nosotros y trabaja continuamente en nosotros y a través de nosotros. Esto significa que nunca estamos solos, como seguidores de Cristo. Cuando una persona se convierte en un creyente, un seguidor de Cristo, el Espíritu Santo inmediatamente viene a vivir en esa persona… para siempre. Cuando pecamos, entristecemos al Espíritu Santo, es por eso que Dios nos exhorta a no entristecer al Espíritu (Efesios 4:30). Cuando pecamos, el Espíritu Santo nos convence de nuestro pecado. Él también nos disciplina con amor (Hebreos 12: 5-11), por lo que confesaremos nuestro pecado, nos arrepentiremos (nos alejaremos) de nuestro pecado y buscaremos apasionadamente nuestra comunión con Dios y Su Palabra. Al enemigo le encanta atacar nuestras mentes, con sus mentiras, cuando pecamos. Por lo tanto, debemos memorizar la Palabra de Dios (Efesios 4:23; Romanos 12:2; 2 Corintios 10:3-5), para que podamos matar las falsas acusaciones del enemigo. Recuerde, como creyente, el Espíritu Santo vive en usted y siempre vivirá en usted. Él te está transformando continuamente, por lo que elegirás obedecer a Dios todos los días de tu vida.
Desafio y Aplicación
Debes proteger tu vida de no contristar al Espíritu Santo que vive en ti. ¿Cómo está buscando cultivar tu comunión con Dios diariamente? Comprométete en continuar haciendo estos devocionales diariamente.