Devocional Familiar:
Leer Galatas 2:1-21, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Ezequiel 36:25-26
Ayer vimos por qué Dios restauraría a Israel por amor a su propio Nombre. Israel vio el cumplimiento de su restauración al ser liberado del exilio. Experimentamos la restauración completa de nuestras almas a través de una relación con nuestro Señor Jesucristo. Cuando Dios nos libró del dominio de las tinieblas y nos transfirió al Reino de Su amado Hijo, nos limpió de todo pecado. En el Antiguo Testamento, Dios dio instrucciones a Israel, en Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio sobre cómo ser limpiados cuando no obedecían a Dios y Su Palabra. Era parte de una limpieza ritual, pero no duró porque la sangre de los animales y los lavados ceremoniales no podían limpiarse para siempre. Sin embargo, a través de Cristo, nuestros pecados se limpian para siempre, porque la sangre de Cristo nos lavó. La promesa que Dios hizo en Ezequiel 36:26 se cumplió completamente a través de nuestro Señor Jesucristo. Dios nos dio un corazón completamente nuevo, a través de Cristo y Su Espíritu dentro de nosotros (Efesios 2: 4-7; Colosenses 2: 12-13). Cada creyente, cada seguidor de Cristo tiene un corazón completamente nuevo para que podamos obedecer con alegría a nuestro Señor (2 Pedro 1: 3-4). Como Él vive en nosotros, a través de Su Espíritu Santo, podemos crucificar nuestros deseos carnales y caminar en Su fuerza a través de Su Espíritu Santo, diariamente (Gálatas 5: 16-24).
Desafio y Aplicación
Puedes tomar un tiempo para agradecer a Dios por darte un nuevo corazón y un Espíritu nuevo? ¿Puedes tomar un tiempo para orar por alguien que conoces que necesita un nuevo corazón? Recuerda que el evangelio es el poder de Dios para salvación. Busca una forma de compartir el evangelio con alguien hoy.