Devocional Familiar:
Leer Galatas 1:1-24, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Ezequiel 36:22-24
Los días en que el profeta Ezequiel estuvo ministrando fueron días difíciles para su pueblo. Babilonia había derrotado a Judá (el Reino del Sur de Israel). A esto se le conoce como el periodo del exilio. Dios juzgó a Israel porque profanó el santo nombre de Dios al desobedecerlo. Sabemos que Dios había llamado a Israel a ser un reino de sacerdotes y una nación santa y obediente a las Escrituras (Éxodo 19:3-6) y, sin embargo, ellos fueron infieles. Pero el juicio de Dios no duraría para siempre. Dios estaba dispuesto a restaurar a su pueblo Israel debido a su gracia y misericordia y por amor a su nombre. Ezequiel 36:22-23 nos dice por qué Dios restauraría a Israel. Fue para confirmar la santidad de su gran nombre. Dios quería que todas las naciones supieran que solo Él es el Señor. Dios también iba a probarse santo entre la nación de Israel (vv. 21-23). La gracia y la misericordia de Dios no se basaron en lo que Israel había hecho, porque Israel había sido desobediente y había profanado el nombre de Dios. La gracia y la misericordia de Dios se basaron en el carácter santo de Dios. Dios restauró a Israel al traerlos de regreso del exilio y darles su propia tierra (v.24). Dios cumplió Su promesa a toda la humanidad a través de nuestro Señor Jesucristo. Estábamos en el exilio por nuestro pecado, pero al rendirnos a Cristo como Señor, Dios nos libró del dominio de las tinieblas y nos transfirió al reino de Su amado Hijo en quien tenemos redención, el perdón de los pecados (Colosenses 1:13-14). Dios nos ha salvado y restaurado por amor a su Nombre.
Desafio y Aplicación
¿Cómo le darás gloria y honor a Dios esta semana, sabiendo que Él te restauró a través de Jesucristo nuestro Señor? Si has sido liberado del dominio de la oscuridad y transferido al reino de Cristo, ¿Cómo estás proclamando este glorioso mensaje a los demás? Hoy te desafío a contar tu historia de redención a otra persona.