Devocional Familiar:
Leer Salmos 29, orar y cantar juntos
Devocional Personal: Génesis 6:12-21
“12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera...21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos”.
El Dios que provee
Amados hermanos, continuamos con nuestro estudio del capítulo seis del libro de Génesis, en donde estamos conociendo más de nuestro amado Dios. El día de hoy veremos qué nos dicen los versículos 12 al 21 sobre Dios, a través de la historia de Noé y de la humanidad.
Dios contó a Noé su propósito de destruir el mundo malo con agua. La comunión íntima del Señor es con los que le temen (Salmo 25:14). Está con los creyentes capacitándolos para entender y aplicar las declaraciones y advertencias de la Palabra escrita. Dios optó por hacerlo con inundación de las aguas que anegarían el mundo. Al elegir la vara con que corrige a sus hijos, Él escoge la espada con que corta a sus enemigos. Dios estableció su pacto con Noé. Este es el primer lugar de la Biblia en que se halla la palabra “pacto”; parece significar: primero, el acuerdo de providencia; que el curso de la naturaleza continuará hasta el fin del tiempo. Segundo, el pacto de gracia en que Dios será el Dios de Noé, y que de su simiente Dios tomaría un pueblo para sí. Dios dio órdenes a Noé para que hiciera un arca. Esta arca era como el casco de un navío, adecuado para flotar sobre las aguas. Dios hubiera podido salvar a Noé sin ponerlo a pasar trabajos, dolores ni problemas, pero lo empleó para construir lo que iba a ser el medio de preservarlo, para prueba de su fe y obediencia. La providencia y la gracia de Dios poseen y coronan al obediente y diligente. Dios dio a Noé órdenes específicas sobre cómo hacer el arca, que, por tanto, no podían sino ser perfectas para su propósito. Dios prometió a Noé que él y su familia serían mantenidos vivos en el arca.
Así mismo no podemos pasar por alto la figura de Cristo que se nos es presentada a través del arca, el comentarista bíblico Scofield, nos lo presenta de la siguiente manera: el "Arca" es un tipo (es decir, una representación pequeña de algo mucho mayor que vendrá) de Cristo como el refugio de su pueblo del juicio (Hebreos 11:7). Esto nos lleva a ver la posición del creyente en Cristo. Debe notarse que la palabra traducida como "calafatear" o “cubrir” (versión NTV) en Génesis 6:14, es la misma palabra traducida “expiación" en (Leviticos 17:11) etc. Es expiación la que mantiene fuera las aguas del juicio y hace que la posición del creyente en Cristo salvo y bendecido.
Desafio y Aplicación
Amados hermanos, no podemos dejar de ver ese gran recordatorio que nos ofrece Dios hoy a través de la vida de Noé. El día del juicio del Señor vendrá, como dice 2 Pedro 3:10, como ladrón en la noche, cuando menos lo esperemos. Lucas 17:22-27 nos narra como en los últimos días será como en los días de Noé, cada quién en sus asuntos, preocupados por las cosas pasajeras de este mundo y cuando menos pensaron llegó el diluvio del cual habían sido advertidos muchas veces, pero no creyeron, ni buscaron salvación en el arca, en ese único medio de salvación. Así que hermanos, no seamos como las personas del tiempo de Noé que ignoraron el mensaje de salvación, y despreciaron el arca, tipificación de Cristo, sino que por el contrario agradezcamos a nuestro buen Dios, por ser un Dios que provee, pues nos ha provisto de salvación a través de Jesucristo, nuestra arca, quien nos libra del juicio venidero. De la misma manera, con un corazón humilde y agradecido, demos testimonio a los hombres de este divino mensaje de salvación y seamos embajadores del nombre de Cristo, proclamando a la humanidad el mensaje divino de reconciliación (2 corintios 5:20).
Este devocional es un apartado adaptado de los comentarios bíblicos de Mathew Henry.